Porque las manos son símbolo de trabajo, de esfuerzo, de ayuda, de unión, de confianza, de cariño, de ternura y solidaridad...

Dios ha creado al ser humano, lo ha moldeado
y le ha encomendado la continuación de su obra creadora con estas palabras:
“domina el universo y saca de él, el sustento para ti y tus hijos”.